LeBron, sobre jugar sin un pívot clásico: “Sin comentarios”

LeBron se va, como los demás miembros de los Lakers, por la puerta de atrás de la temporada 2024/25. Con 40 años de edad el portento de Akron promedió 24′4 puntos más 7,8 rebotes y 8,2 asistencias en la fase regular, pero en la eliminatoria de primera ronda de la Conferencia Oeste frente a Minnesota Timberwolves ha quedado en un segundo plano. Los angelinos quedan eliminados de la competición en el primer año que Doncic y él han tenido la oportunidad de compartir equipo.

Precisamente a aquellos días del traspaso se ha referido, después del varapalo, al ser preguntado por la rupturista estrategia de Redick, su entrenador, de jugarse las habichuelas sin un pívot puro. El técnico desechó a Hayes a mitad del cuarto encuentro y en el quinto prefirió tirar de Hachimura, Vanderbilt y Finney-Smith, incluso del maltrecho Maxi Kleber, antes de que de él. ¿Cómo de duro ha sido jugar sin pívot en la segunda parte de la temporada, ese problema se ha hecho más grande en este enfrentamiento? “Sin comentarios. Porque mi colega A.D. [Anthony Davis] dijo lo que necesitaba en ese sentido y le echaron la semana siguiente. Así que mejor no voy a comentar eso”.

James se refiere en tono jocoso a la petición que hizo Davis a los directivos unos días antes de que se conociera su salida y que por él llegaría Doncic desde Dallas. El jugador ahora en los Mavs dijo sentirse mejor en un puesto más bajo y con un pívot clásico al lado que, por ejemplo, le librara de otras tareas lesivas en defensa y con el que se pudiera jugar por alto en ataque.

El papel de otros como Trey Jemison o Christian Koloko ha sido residual. Markieff Morris, lo mismo. y Kleber ha sido un clavo ardiendo en el último momento. Hayes, de 2,13 metros, se presentaba como la única opción después de que Davis se marchara y no se fichara un refuerzo. Rob Pelinka tiene varias tareas en verano, ésta es la subrayada con más fuerza.

Doncic creía haber encontrado un jugador de las características que él necesita, un volador al que tirar balones por alto y con el que jugar continuaciones. Era Mark Williams. Su traspaso quedó frustrado por orden de los Lakers, que no aceptaron el resultado del examen médico, y Hayes se quedó con el puesto de manera forzada. El aún jugador de los Hornets no ha olvidado aquello.