Bayern Munich comenzó con ganas de cerrar rápido la historia, pero muy impreciso. Algo que supo capitalizar el Leipzig en la primera mitad.
En la primera etapa, a los 11 minutos Xavi Simons robó una pelota y tomó mal parada a toda la defensa del Bayern Munich y con un exquisito pase tres dedos en profundidad habilitó a Benjamin Sesko que partió desde su propio campo habilitado y al ver al arquero Jonas Urig adelantado y a mitad de camino decidió darle también desde lejos tres dedos un remate preciso que entró por el primer palo. Fue el 1 a 0 para los locales.
A los 39 llegaría el segundo gol. Tras un tiro libre milimétrico de David Raum a la cabeza de Lukas Klostermann que de manera poco ortodoxa anotó su gol.
Pero en el segundo tiempo los de Vincent Kompany salieron a dar vuelta la situación. A los 61 minutos el técnico bávaro decidió mandar a la cancha a Kingsley Coman y a Leon Goretzka en lugar de Müller y de Boey y los cambios trajeron buenos resultados.
Porque un minuto después, tras un corner preciso de Michael Olise al primer palo encontró a Eric Dier que la peinó y puso el 2 a 1.
Pero claro, nunca hay que dar por muerto al Bayern Munich, 46 segundos después del descuento llegó el empate por intermedio de Michael Olise. Sí, en menos de un minuto el Bayern Munich anotó dos goles.
Mientras Leipzig sacaba del medio, llegó a hacer tres toques. Raum pegó mal el balón, y lo dividió en la mitad, Pavlovic la peleó, Gnabry la pasó adelante para Olise que quedó mano a mano con el arquero y puso el 2 a 2.
Y no se conformó, y fue por más para poder gritar campeón hoy sabía que tenía que ganar. A los 83 Joshua Kimmich lo vio solo la derecha del área a Leroy Sané que colocó de izquierda la pelota junto al palo derecho del arquero y selló el 3 a 2 para la visita.
Todo hacía pensar que por primera vez Harry Kane podía gritar campeón. De hecho el inglés bajó de la platea y estaba al borde del campo para poder festejar con sus compañeros. Pero en el fútbol nada está dicho hasta el pitazo final.
En la última jugada el Bayern Munich quiso salir del fondo. Leon Goretzka cortó, tocó para Kingsley Coman, pero le quedó atrás. Robó Xavi Ximons que dio un pase exacto para Yussuf Poulsen que picó el balón ante la salida del arquero y convirtió el 3 a 3 definitivo.
De esta manera Bayern Munich le saca 9 puntos al Bayer Leverkusen (al que le restan 3 partidos) y podría gritar campeón de la Bundesliga mañana sin jugar en caso de que el equipo de las Aspirinas no gane. Y sino, le restarán dos partidos más para poder sellar el campeonato.
