Hace poco más de un mes, Hernán Hancco Quispe emprendió un nuevo rumbo hacia la Madre Patria, dejando atrás al FBC Melgar, club que lo vio crecer y entregarse con pasión durante casi 18 años. Hernán no fue solo un utilero; fue el alma silenciosa que apoyó al primer equipo, a la reserva y al equipo femenino, demostrando que el amor por el fútbol y por Melgar va más allá de las luces y los reflectores.
Desde muy pequeño, Hernán estuvo cerca del balón, pero su don fue siempre servir con humildad y dedicación. Su pasión por el club y el deporte fue el motor que lo impulsó a dar lo mejor cada día, con una entrega incansable y un compromiso que dejó huella en todos los que tuvieron la fortuna de cruzarse en su camino.
La decisión de partir no fue fácil, pero en la vida siempre hay que luchar para surgir y crecer, para buscar nuevos horizontes y cumplir sueños. Desde esta página, queremos agradecerle profundamente por su trabajo, su lealtad y su entrega constante.
A quien muchos conocieron cariñosamente como “Goku”, le decimos hoy: gracias, amigo y gran profesional. Si en su momento no se lo dijeron, nosotros lo hacemos con el corazón abierto. Que esta nueva etapa esté llena de éxito y que siga dejando en alto los valores que siempre representó en Melgar.
Porque su historia es también un ejemplo para todos: con pasión, trabajo y perseverancia, siempre se puede crecer y alcanzar nuevos caminos.
¡Gracias, Hernán! ¡Siempre rojinegro, siempre luchador!